By Chris Hazell
Translated by Pia Herrera, BA '13
El CPM está diseñado con la finalidad de formar, educar y preparar a los adultos que sirven en sus parroquias, escuelas y otras organizaciones católicas como discípulos de Cristo. Los estudiantes eligen cursos en las áreas de teología, moral, ministerio pastoral, evangelización, matrimonio y vida familiar, entre otros.
El padre Fray Luis Gerardo Arraiza de Nuestra Señora de Lourdes, fraile capuchino, ve el programa como una gran bendición que nutre a los diversos miembros de su parroquia. Él considera este tipo de formación fundamental para su comunidad parroquial. Aunque sus feligreses provienen de países tradicionalmente católicos como México y El Salvador, muchos de ellos saben muy poco sobre las tradiciones y enseñanzas del catolicismo.
“En el pasado, eran las abuelas de las comunidades hispanas, quienes transmitían la fe, pero ahora no es así. La gente necesita saber lo que significa la fe católica, y entre más lo comprendan, tendrán mayor influencia en la transmisión de la fe y sus principios a sus familias y a los jóvenes”, dijo Arraiza.
En el 2020, 23 feligreses se graduaron del programa CPM en español, y actualmente hay 32 estudiantes más en el programa. El grupo está compuesto por líderes de la parroquia y voluntarios en las áreas de catequesis para adultos, liturgia, grupo de jóvenes y formación matrimonial.
"El programa del Certificado en Ministerio Pastoral es asombroso. Es un gran programa que brinda crecimiento personal en muchos aspectos de la vida", dijo Alicia C. Contreras, feligresa de Nuestra Señora de Lourdes. "Aprendí sobre mi fe de una manera mucho más profunda, me ayudó en mi camino personal, así como el de mi familia. También me ayudó a crecer y convertirme en mejor líder de mi comunidad. Fue un placer aprender junto a mis hermanos y hermanas en Cristo. Los profesores fueron increíbles, iban bien preparados para cada clase e hicieron una gran labor. Estoy agradecida con cada uno de ellos".
Arraiza agradece la oportunidad de que su parroquia se haya beneficiado de relacionarse con una institución católica de educación superior. Él nota que esta relación beneficia a ambas partes, el programa permite que los miembros de su parroquia crezcan intelectual y espiritualmente, mientras que la comunidad de la Universidad de Dallas también se enriquece con las diversas perspectivas y dones que provienen de una comunidad cuyo origen cultural y socioeconómico es muy diverso.
La sociedad formada con la Diócesis de Dallas ha sido fundamental para lograr que el programa de certificación sea más accesible. Se requiere un total de 18 cursos para completar el programa, y es la diócesis quien cubre la mitad del costo. La parroquia de Nuestra Señora de Lourdes cubre el otro 25%, por lo que los feligreses solamente pagan el 25% del costo de cada curso. Al disminuir la carga financiera, muchos voluntarios de la parroquia han podido aprovechar el programa.
"Desde hace varios años, la Escuela para los Ministerios, ha tenido la oportunidad de ofrecer programas de formación excepcionales", dijo Theodore Whapham, Ph.D, Decano de la Escuela para los Ministerios Neuhoff. “Nuestra sociedad con la Diócesis de Dallas y el apoyo de pastores como Fray Luis hacen que nuestra tarea de continuar con esta gran labor sea aún más fácil”.
“Estoy muy satisfecho con el programa y muy agradecido con la Universidad de Dallas”, dijo Arraiza. "ha sido genial y le pido a Dios que esta relación continúe".
A Fray Luis Arraiza le sorprende cuántos de sus feligreses quieren seguir aprendiendo aunque ya estén por terminar el programa. Aunque, algunos han tenido poca educación formal, además de estar sumamente ocupados con las responsabilidades familiares y laborales, tienen el deseo de continuar creciendo en el conocimiento de la fe. Arraiza considera que este hecho comprueba que el programa está beneficiando enormemente a sus feligreses y que los está capacitando para difundir el Evangelio, tanto dentro, como fuera de la Iglesia.
“El conocimiento de la fe agrega riqueza y carne a nuestra relación personal con Jesucristo. Creo que el conocer las Escrituras y la Tradición con una 'T' mayúscula, realmente ofrece una perspectiva mucho más amplia”, explicó Arraiza. “Yo creo que nos da las herramientas necesarias para dialogar con otros cristianos, personas de otras religiones y no creyentes”.
Alex Barbieri, quien no solamente es el diácono de la parroquia de San Francisco de Asís, sino también el Director de Operaciones, se ha sentido animado por los resultados que se han mostrado desde la colaboración de su parroquia con UD. En febrero del 2020, la parroquia de San Francisco de Asís tenía 39 miembros inscritos en el programa CPM en español.
De los 40,000 miembros de la parroquia de San Francisco de Asís, aproximadamente un tercio de ellos habla el español como su idioma preferido. Barbieri cree que el CPM puede ayudar a cumplir con dos de los objetivos principales de la parroquia, el primero es ayudar a formar maestros y catequistas para que ellos puedan evangelizar a otros a través del Rito de Iniciación Cristiana para Adultos (RICA) y otros ministerios. El segundo, es inspirar y capacitar a sus miembros para que puedan llegar a aquellos, que en su comunidad, tienen mayores necesidades educativas y materiales.
Al igual que Arraiza, Barbieri cree que el ayudar al prójimo a profundizar en su fe, ayuda a la persona a convertirse en mejor discípulo de Cristo. Esto lo aprendió de primera mano como estudiante del Programa CPM en inglés de la Universidad de Dallas.
“Antes de catequizar, tienes que profundizar en tú relación y seguimiento de Cristo”, explicó. También subrayó que el programa es efectivo porque en su esencia, ayuda a los estudiantes a amar y servir a Cristo.
Barbieri, como estudiante, se quedó impresionado por la forma en que el programa toma conocimientos prácticos y "seculares" y los aplica al servicio de la Iglesia.
“Soy un gran admirador del modelo jesuita de encontrar a Dios en todas las cosas, y lo que me gusta de este programa es que toma fragmentos del mundo secular y empresarial y los ve a través del lente de la vida de un católico en el año 2021”, dijo Barbieri. “En mi caso, no sólo me ayuda a ser mejor administrador de mi parroquia, si no que me ayuda a ser un mejor discípulo de Cristo como administrador”.
Además del compromiso intelectual y la relevancia profesional del programa, Barbieri también valora las relaciones y la colaboración que se desarrolla dentro del programa. Este sigue siendo el caso, incluso después de que los cursos se pasaron a una plataforma virtual debido a la pandemia de COVID-19.
“El programa realmente fomenta el diálogo entre los estudiantes y los profesores. Nunca había estado en un entorno educativo donde hubiera tanta disposición y aceptación a ser vulnerable”, dijo Barbieri. "Y como en cualquier relación, cuando puedes bajar la guardia, dejar a un lado excusas y pretextos y volverte vulnerable con la gente, hace que el contenido de lo que estás aprendiendo cobre vida".
En definitiva, el programa CPM en español ha ayudado a dos de las parroquias del área a conocer y compartir la esperanza que viene de las Buena Nueva.
“La gente está aprendiendo sobre su fe y estoy muy agradecido por ello”, dijo Arraiza. “Como nos dice San Pedro, tenemos que estar dispuestos a dar una razón de nuestra esperanza en Cristo”.
Descubra más sobre el Certificado de Ministerio Pastoral y otros programas de educación continua.
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